Las transacciones sobre aeronaves, barcos, automóviles de colección, obras de arte o propiedades inmobiliarias singulares, requieren de fórmulas contractuales específicas, y frecuentemente complejas, para adaptarse a la necesidad de cada perfil, al objeto de la transacción, los agentes y entidades financieras intervinientes o sugerir los vehículos de inversión más convenientes. El enfoque y análisis adecuados de las jurisdicciones involucradas suponen, además, una garantía del necesario cumplimiento normativo aplicable y permiten diseñar las mejores fórmulas de explotación o rentabilización.
Hemos de vivir con lujo, lo imprescindible siempre se consigue